29 diciembre, 2010

Depresión y Lactancia Materna


¿Cómo afecta la depresión en la lactancia materna?

¿Se puede amamantar si se está con tratamiento farmacológico? ¿Es mejor limitar las tomas nocturnas para mejorar la depresión y descansar mejor?

Existen muchos mitos en relación a la Depresión Postparto y uno de ellos es en relación a la lactancia materna.

La depresión es un riesgo grande de cese de la lactancia. Se ha relacionado la sintomatología depresiva con una baja autoeficacia en el hecho de amamantar, teniendo las madres con depresión menos confianza en su habilidad para amamantar.

Las especialistas en lactancia deberían poder detectar la depresión en el postparto.

Las dificultades en la lactancia, las grietas, el dolor, también pueden afectar negativamente el estado de ánimo de las nuevas madres, por lo tanto, los problemas de lactancia deberían ser solucionados de manera inmediata.

Según sabemos, la fatiga, el cansancio, afectan el estado de ánimo y siempre se intenta que la madre esté lo más descansada posible en caso de alteración emocional. Pero ¿qué pasa entonces con la lactancia? Pues parece ser que las madres lactantes descansan más que las madres que dan leche de fórmula, y que cuando las madres intentan dar leche artificial por la noche para dormir más se encuentran con el efecto opuesto. Parece ser que dormir con los bebés ayudaría también al sueño de las madres. En este mismo sentido, la fatiga y el estrés materno parecen incidir en los niveles de prolactina, pudiendo facilitar el cese de la lactancia. Altos niveles de cortisol, hormona que se segrega en estados de estrés, podrían retrasar la lactogénesis II (la producción de leche en las primeras horas postparto).

Por último, la lactancia materna podría proteger a los bebés de los efectos negativos de la depresión materna de los que habla la literatura, por lo tanto, se debería apoyar a las madres para poder continuar con la lactancia.

El gran tema tabú es la incompatibilidad entre tratamiento farmacológico y lactancia materna. Numerosos estudios demuestran que muchos medicamentos antidepresivos son completamente compatibles con la lactancia. En España disponemos de esta base de datos donde consultar la seguridad de los medicamentos: e-lactancia.org.

Es importante añadir que la psicoterapia se ha demostrado efectiva para el tratamiento de la depresión y existen también otros tratamientos complementarios que han demostrado su eficacia para reducirla, como son el Omega-3, el ejercicio físico, así como ayudar a reducir el impacto de los acontecimientos estresantes en la madre, aumentar su autoeficacia y su sentimiento de competencia como madre (para ello ayudan los grupos de apoyo a la crianza, la lactancia, talleres de masaje infantil, etc.). Como algunas de las causas de la depresión postparto radican en su historia de trauma (incluído un parto traumático), abordajes integrales como el EMDR pueden ser una buena herramienta también para la DPP.


Más información: Kathleen Kendall-Tackett. Depression In New Mothers. Secon edition. Routledge. 2010.

Kathleen es Psicóloga de la Salud e IBCLC en Texas, EEUU


Cristina Silvente

2 comentarios:

  1. La depresión materna es un factor de riesgo para que sus hijos presenten síntomas psiquiátricos como ansiedad, problemas de conducta, depresión o consumo de drogas dependiendo de la edad de los hijos. Sin embargo, poco se sabe de la importancia que puede tener el tratamiento de la depresión de las madres en sus hijos. ¿Puede el tratamiento de las madres influir en la mejoría de los síntomas de los hijos?

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  2. En la medida que el tratamiento mejora la depresión, por supuesto. Cuando la madre mejora su estado de ánimo, tiene más recursos para interpretar y atender las necesidades afectivas de su bebé, o sobrellevar los retos del cuidado diario sin desbordarse, de manera que el bebé puede establecer o reestablecer un apego seguro con ella, cosa que repercutirá positivamente en su salud mental futura.

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