24 marzo, 2011

Beneficios de la terapia on line

* Queda por escrito todo el proceso terapéutico, para uso de terapeuta y paciente.

* Es muy interesante pasado un tiempo releer los primeros escritos y comprobar cuánto se ha avanzado en el propio proceso personal

* Se puede meditar lo que se va a decir sin miedo a olvidarse de nada importante.

* Se salvan las barreras temporoespaciales, siendo adecuado para quienes no disponen de tiempo para acudir una hora a una consulta más el tiempo que tarda uno en desplazarse.

* Es mucho más económica que la terapia presencial.

* El cliente marca el ritmo del tratamiento así como el de la inversión económica.

* Siempre cabe la posibilidad de hacer alguna sesión presencial en un momento u otro.

* En sesión presencial a veces por los nervios o por la ansiedad creada por la propia situación vital que se atraviesa se olvida uno de detalles aparentemente no importantes pero que cobran relevancia un tiempo después.

* Hay personas a las que les poner nerviosas el mero hecho de acudir a un profesional y hablarle de su vida personal; el anonimato que da el correo electrónico les anima a dar un primer paso que de otra forma no darían.

* Una vez que se da por terminada la terapia el cliente sigue teniendo todo el material escrito para releerlo cuando desee.


Mónica Alvarez

19 marzo, 2011

¿Esto que me pasa es normal o me estoy volviendo loca?

Por Sara Jort


“Cuando mi bebé nació todas las previsiones que tenía se fueron al traste... nada era como yo pensaba. Yo me sentía extraña, no me reconocía.... De repente, las conversaciones con mis amigas, ninguna de ellas madre, no me resultaban de interés. Mi madre y yo discutíamos siempre que venía a casa a vernos, no sé porqué me irritaba tanto su presencia... A veces lloraba sin una razón aparente, por cualquier cosa.... Pero lo que realmente me preocupó fue que, cuando mi bebé dormía, ¡no podía evitar ir a ver si respiraba!.............¿Esto será normal o es que me estoy volviendo loca?....”

Laia, 32 años.


A menudo escucho experiencias como esta, y no sólo eso, como madre también he tenido algunas de estas sensaciones. Aunque cada maternidad es una vivencia única, es a la vez, un relato común.

La maternidad es un cambio muy importante en la vida de una mujer que afecta a todos sus ámbitos: laboral, de pareja, social, ocio, familiar... y es totalmente normal pasar por un periodo de transición, nos adaptamos a la nueva situación. Nos rompe los esquemas, y hablo en un sentido totalmente literal. Cuando en el ámbito de la psicología decimos que la maternidad es una crisis vital estamos queriendo decir en otras palabras esto mismo, es un cambio en la vida tan excepcional que exige ajustes personales nuevos, ya que los recursos anteriores no nos sirven en la nueva situación.

“Yo pensaba en el embarazo y el parto, nunca pensé en nada más. Yo creía que tendría a mi bebé y ya está, que yo sería la misma, todo sería igual, pero con mi “baby mocosete”.... Y luego vino lo que vino...”

Amparo 37 años


Nace una madre, y con esta nueva identidad un abismo de dudas, inseguridades, miedos.... En poco tiempo, hay que buscar nuevas maneras, nuevos roles y funciones para la madre, el padre y todo el sistema familiar. El bebe obliga a recolocar como si de un nuevo puzzle se tratara, pero con las mismas piezas que se han utilizado hasta ahora: un padre, una madre, una abuela, un hermano etc... Las nuevas necesidades fuerzan al cambio en el sistema familiar que debe adaptarse, provocándose en muchas ocasiones disputas y rencillas que aparecen o que estuvieron en “stand by” hasta este momento.


La identidad materna se construye a través de la historia personal, la propia vivencia de la infancia, actitudes y características personales etc... así como por el contexto social que las envuelve. Actualmente nos vivimos en una sociedad y una cultura que se mueve de manera muy contradictoria respecto a la crianza de nuestros hijos/as, y el núcleo familiar sufre mucho esta ambigüedad. De alguna manera todas las personas tenemos una definición propia de lo que es una “buena madre” y un “buen padre”, y esto va a funcionar como una guía fundamental ya que representan las directrices del proyecto de familia que queremos llegar a ser.


A todo este movimiento personal y familiar le unimos un elemento, que creo no se le da la importancia que realmente tiene, pero que desde mi punto de vista es principal: el cansancio. Sabemos perfectamente que no estamos hablando de cansancio físico, de haber corrido más que de costumbre esa mañana, o haber tenido mucho trabajo, que se acaba después de dormir algunas horas más de las habituales. Se trata de un cansancio de otro orden que viene de ocuparse de un bebe veinticuatro horas al día los siete días de la semana, del peso de la responsabilidad de un personita que depende totalmente de tí, la novedad de la situación...... Es un cansancio que no desaparece tan fácilmente, ya que es del área más emocional y energética. Todos estos elementos producen que en la maternidad/ paternidad se de en muchas ocasiones una sensación de vulnerabilidad o sensibilidad especial:


“Cuando nació mi segunda hija me sentía como si no tuviera piel, cualquier cosa

me tocaba y me afectaba sobremanera.”

MaJose 29 años


Por esta misma razón, comentarios aparentemente insignificantes, casi siempre del tipo de “llora porque tiene hambre”, “lo vas a malcriar si lo llevas tanto en brazos”, etc.... de la abuela del bebé, o de la vecina que viene de visita, caen como bombas... Sin saber exactamente porque, nos hieren profundamente. Son comentarios que hacen diana en el centro de la máxima preocupación, nuestra propia confianza, la disminuyen poniendo en duda nuestras aptitudes como madres a nuestros propios ojos y a los ajenos:


“¿Pero que pasa? A las madres, las tías.... ¿que se les ha olvidado cómo se pasa en estos momentos? ¡Todo el mundo diciéndote lo que tienes que hacer!.... Yo espero que cuando mi hija sea madre, me acuerde de esto, para no caer en el error de hacerle comentarios de como ha decidido cuidar a sus hijos/as...”

Alejandra 41 años


Madres buscando a madres

En este contexto, resulta fácil entrever que la necesidad de apoyo aparece con mucha fuerza, pero no de cualquier apoyo, sino de aquel que nos da espacio para poder hablar y ser entendidas, en ese lenguaje que no todo el mundo comprende. Aquel apoyo que nos da aliento, nos da seguridad, exactamente el de otra madre experimentada o guía, una figura materna, que proporcione confianza y un “ambiente de contención” (así le llaman algunos/as profesionales). Es una interacción que favorece la necesidad de seguridad así como el intercambio de experiencias entre madres.

Soy una gran adepta de los grupos de madres en todas sus modalidades: talleres de apoyo a la lactancia materna, grupos de posparto, grupos de crianza, foros especializados... cada mujer encuentra el propio. Estos grupos normalmente respetan y favorecen estos espacios de contención, libres de juicios y opiniones, y la madre se siente cómoda fácilmente ya que todas comparten el mismo momento vital y experiencias similares. Así encuentra a mujeres referentes o compañeras afines, que formaran su red de apoyo.


“ Después del nacimiento de mi primera hija quise que mi pareja me acompañara un día al grupo de posparto, que tanta importancia tenia para mi. Por casualidades de la vida la matrona nos reunía en su casa, concretamente en la cocina, a veces mientras cocinaba un pastel de cumpleaños para alguno de sus cuatro hijos. Una vez acabado el taller yo le pregunté entusiasmada a mi pareja que le había parecido, y él me contesto que no había entendido nada, que todas hablábamos a la vez y que no sabía bien que le encontraba a aquello. Mi frustración fue tremenda, para mi había sido todo tan interesante....”

Sara 30 años


¿Y por que otras madres?


Porque el padre nos proporciona apoyo emocional en el mayor de los casos, pero no tiene la legitimidad de una madre, nunca pasó por lo mismo.


Porque la abuela materna del bebe muy a menudo, es fuente de conflicto inicial hasta que cada rol se resitua, (¡la hija ahora es madre! ). Pero esto no será siempre así, la relación esta pasando por un tránsito necesario que dará lugar a un nuevo vínculo entre la abuela y la madre, diferente al que existía antes del nacimiento del bebe.

Porque no siempre hay hermanas, tías, abuelas... cerca de las madres para realizar el sostén vital que necesita una mujer en este momento tan característico.


Porque las madres necesitan otras madres para hablar de bebes, de ellas, de todo lo que les está pasando, porque estos contactos nos ayudan a sobrevivir cuando maternamos en soledad, como sucede habitualmente.


Christiane Northrup en su grandioso libro “Cuerpo de Mujer. Sabiduria de Mujer” relata: “Una de mis pacientes me dijo: Me sentí una con todas las mujeres que han parido alguna vez. Me sentí poderosa y conectada con algo de mi interior que no sabía que estaba ahí. Ocupé mi puesto entre las mujeres madres.


Enero 2011- Sara Jort

www.sarajort.es


17 marzo, 2011

Nuevo blog en internet




Nos hacemos eco desde aquí de la apertura de una nueva herramienta informativa en internet:



Creado desde el foro Superando un aborto quiere cubrir un vacío existente hoy por hoy en la red: un sitio en el que reunir únicamente información diversa sobre el duelo gestacional y perinatal.


Esta semana que coincide con la creación hace seis años del foro SUA nos propone además participar en un sencillo ritual en recuerdo en homenaje y recuerdo a tantos pequeños que se van habiendo conocido de este mundo únicamente el útero materno.

Bienvenido pues al nuevo blog y mucha suerte!!

14 marzo, 2011

Carta de una madre



Yo tengo dos hijos, mellizos, una niña de carne y hueso y un niño de sueños y lágrimas. Mi pequeño Martin nació muerto pero su hermanita sí está conmigo.


Una noche ingresé en el hospital con casi 38 semanas para una cesárea programada al día siguiente, registro, eco, todo correcto. Se mueve mucho, bromas…Al día siguiente en el pos-operatorio su padre con los ojos llorosos me anuncia que nuestro sueño de la parejita se ha quedado troncado. Martin nació muerto, ¿porqué? no se sabe y no se sabrá. Tanta ciencia y medicina pero no lo pudo impedir y ni siquiera lo puede explicar!!!


No me gusta hablar de aborto porque como es la misma palabra en un caso voluntario me incomoda. En mi idioma materno el francés y en otros muchos hay dos palabras distintas. Además el decir que nació lo hace como más presente. A veces todo es cuestión de semántica.


A partir de allí, se entremezclan de la inmensa alegría de tener a mi niña y el gran sufrimiento de la perdida de mi niño y será así hasta que me una a él. La muerte perinatal o neonatal de un gemelo o mellizo lo hace más complicado en algunos aspectos y menos en otros.


Más difícil porque no te permiten (ni tan siquiera tú) estar mal porque tienes a tu otro bebé. “Tienes que ser fuerte, tienes a tu niña”, etc. Me sentía culpable por todo, si era feliz por tener a ni niña por ser feliz cuando había perdido a mi niño, pero al contrario ni estaba triste por la muerte de mi Martin me sentía culpable por estar mal y tenía miedo de transmitirlo a mi niña y que eso le pudiera afectar. Me sentía culpable hasta por sentirme culpable!!!


Muchas madres que han sufrido la pérdida de un bebé y que luego están ingresadas (con mala leche no puede ser otra cosa) en la planta de maternidad sufren de ver a las mamas felices pero la mama feliz era yo! A cada momento tengo un recuerdo de Martin y me hace preguntarme constantemente cómo habría sido. Pero por otro lado tengo esta suerte de tener a la otra compañera de viaje de Martin.



La ciencia no me ayudó en encontrar el porqué pero me ayudó cuando un día escuche que algunas células de los bebés en el vientre materno se desprenden y se quedan en el cuerpo de la madre. Me pareció muy bonito y explicaba el sentimiento de simbiosis que todavía siento por dentro.

Un beso desde este corazón más grande por albergar a esta vida que no fue a todas las mamas y a todos los papas que pasan por lo mismo.


Flor



“No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.”


Gabriel García Márquez


07 marzo, 2011

Carta a familiares y amigos

A quien QUIERA entender: Sé que estos meses he estado ausente, desde que nuestro niño Alejandro se fue. Sé que para vosotros también han sido meses difíciles porque no sabíais qué hacer, qué decir… Nadie, que no haya vivido la pérdida de un hijo sabe o puede imaginarse lo que es… en el intento, comenten el error de comparar el amor hacia ese hijo con la edad o el tiempo vivido con éste. No saben que no es así. Ser padres de un hijo comienza desde su concepción, desde el momento que sabes que llega un nuevo ser a tu vida, al que tú darás la vida, y piensas, como es ley de vida, que para toda tu vida será… y así es, un hijo es para toda la vida. Y así es, independientemente del tiempo que esté entre nosotros. “La mujer se siente madre desde el momento en que se siente embarazada, afirma Cristina Silvente (psicóloga especialista en temas de embarazo)hablando del vínculo. Los estudios más recientes sobre la cuestión vienen a dar explicación científica a algo que ya notaron o intuyeron muchas mujeres embarazadas.(…) Parece ser que estas células fetales pueden permanecer en el cuerpo de la madre hasta más de 20 años después del embarazo. Las criaturas que viven en nuestro interior dejan huella. Las madres de los bebés no nacidos lo sabían, pero ahora lo explica la ciencia.” (La cuna vacía. M.Ángels Claramunt, Mónica Álvarez, Rosa Jové, Emilio Santos)


Si me hubiesen dado a elegir, hubiera “preferido” que ocurriera más tarde, mucho más tarde… y tener la oportunidad de conocer su voz, sus gustos, su carácter… pero no, no llegaré a ‘conocer’ a mi hijo, y esto, a un padre, le duele MAS que nada. El vacío en tus brazos es TAN grande que preferirías la muerte. Y llegas a desearla porque es la única manera de ver y abrazar a tu hijo. Nadie puede quitar o juzgar este derecho a una madre. “En el proceso de duelo la persona lo asimila a través de revivir los recuerdos. El recuerdo de un embarazo no es lo mismo, la persona tiene que guardar luto de alguien que apenas a conocido. Y esto, dificulta asimilarlo. “ (Ayudar en la pérdida y pena. Manu Keirse) “El proceso de asimilar la pérdida de un hijo es, sobre todo, difícil porque tienes que despedirte de tus expectativas, tus ilusiones y planes (tu futuro). Para nuestro alrededor apenas existió este niño. De aquí que la pérdida de un bebé en el vientre materno raras veces sea considerada como una pérdida. Pero para los padres, se trataba de algo sólido, algo que EXISTIÓ. (…) Los padres se sienten por esta incomprensión especialmente SOLOS. Junto a la pena y shock por la pérdida, tienen que sentir el silencio, la evitación y la huida de la gente de su alrededor. Reciben la sensación que pueden estar muy poco tiempo tristes. El acontecimiento es silenciado como una tumba o tratado ligeramente, se oye con frecuencia la reacción ‘eres joven, tendrás más hijos’. Pero este hijo es para los padres único. “ (‘Si pierdes un embarazo’ Bernard Spitz, Manu Keirse & Annemie Vandermeulen) “La pena es como la huella dactilar: reconocible para todo el mundo y sin embargo, no hay dos huellas iguales. Esto es lo que vive un padre cuando su hijo muere, diferente a cuando un hombre se convierte en viudo. (…) El duelo toca todas las dimensiones y niveles de la vida de alguien, es más que tristeza y depresión. Es una escala de sentimientos, desde angustia y agresividad hasta culpabilidad, confusión… Pero no solo sentimientos, también llega a cada apartado de la vida: situación laboral, relaciones con otros e incluso la imagen de uno mismo. Pero la dificultad no es solo las emociones, sino que lo inhabitual es la INTENSIDAD de estas. (…) (“Huella dactilar de la pena” Manu Keirse)


Cuando Alejandro falleció yo me sentí como si cayese en un pozo muy profundo, y en la caída mi alma se partió, no sientes nada, solo DOLOR. No puedes ver, todo es oscuridad. Es vivir un terremoto. Es peor que la muerte. “UN TERREMOTO EMOCIONAL: Quedas sepultado debajo de los trozos rotos, te sientes apartado del mundo, todo hace daño, y cuesta un gran trabajo sacar un poco la cabeza de los escombros. Gradualmente tienes que levantarte del caos. Te miras al espejo y no te reconoces mas. (…) Es normal sentirse aturdido, como anestesiado y no poder darse cuenta de la realidad. A veces puedes tener miedo de no salir hacia afuera nunca más. Todos los sentimientos son normales, también el sentimiento de no sentir más. La persona NO ELIGE estos sentimientos en el proceso de duelo. Aparecen sin más. Asimilar el luto y la pena significa: asimilar los sentimientos como una parte del proceso de subir hacia arriba. Y esto lleva tiempo.” (“Huella dactilar de la pena” Manu Keirse) Mientras estoy en mi pozo, sé que para vosotros, mi familia y amigos no ha sido fácil. “Cuando mi hijo falleció, muchos de mis amigos no me entendían. Era como si esperaran que ya estuviera bien una semana después del funeral. Después de un tiempo comprendí que necesitaban que yo estuviera ‘bien’ porque no sabían relacionarse conmigo si no lo estaba.” (La cuna vacía. M.Ángels Claramunt, Mónica Álvarez, Rosa Jové, Emilio Santos) Considero que hay dos grupos entre la gente que me ha rodeado los últimos meses: los que se han acercado al pozo y han preguntado ‘Cómo estás?’ y después se han ido, a veces han vuelto y han preguntado otra vez ‘cómo estás?, otros no volvieron. Y los que se han acercado y han preguntado qué puedo hacer por ti? No sé, dímelo tú, qué necesitas? (nunca olvidaré esa llamada. Nunca olvidaré cuando cogí en brazos a tu niña, a esa que diste mi nombre. Pude sentir por un instante lo que es tener un bebé vivo en mis brazos, un bebé que te mira. Esa ternura… Lo traduciré al neerlandés por si no lo entiendes todo . O los que han buscado información sobre la pérdida de un hijo para entenderme mejor (ese libro que buscaste entre tus cosas del embarazo, que maravilla! Gracias!). O aquellos que nos han escuchado incansablemente, han navegado por internet o incluso participado en un foro con tal de llegar mejor a nosotros (gracias, sois increíbles!). Aquellos que han llamado a nuestra puerta, y no solo lo han dicho, sino lo han hecho. Aquellos que cuando no era capaz ni de hacer un café me dieron de comer cada domingo en su casa ( lo traduciré al neerlandés porque no me vas a entender . Reflexionar y decidid en qué grupo estáis…



“Mucha gente no sabe qué es el duelo. Después de algunos días de la pérdida no vuelve nadie de alrededor. La gente piensa que el suceso ha pasado y olvidado. Pero para los padres la pena es para SIEMPRE. (…)” “Consolar no es conocer la respuesta. Tampoco dar todo tipo de consejos bien intencionados que pueden agotar a los padres. Mucho menos, desplazar la rabia y recetar cómo se tienen que sentir. (Después de X tiempo = X sentimientos) Consolar es escuchar con atención de tal manera que la pena en palabras y lágrimas puedan salir hacia fuera. Consolar es saber callar y con una mirada, una caricia hacer sentir señales de esperanza, seguridad y confianza. Es compartir la pena más que quitarla.(La pena nada la quita) Consolar es ATREVERSE a sentir la pena. Consolar es ayudar a los padres a vivir con las preguntas de las que no hay respuestas. Consolar es más bien escuchar cómo se siente, en lugar de decir a los padres cómo tienen que sentirse, ayudar a DAR la oportunidad a los padres para expresarse. “ (“Si pierdes un embarazo” Bernard Spitz, Manu Keirse & Annemie Vandermeulen) “Cosas que deberíamos evitar: 1.Intentar que no exprese su dolor o acallarle con frases ‘no llores más, tienes que ser fuerte, tendrás otros hijos…’ 2.Decir que sabes lo que siente: aunque haya pasado por lo mismo, no puede saberlo. 3. Minimalizar su dolor: ‘tranquila el tiempo lo cura todo, aún no estaba formado… Cada hijo es único aunque tengas una docena, estén formados o no, y el amor y dolor por ellos no se puede medir por eso. A mi padre, una vez que estábamos todos los hermanos juntos, le preguntaron Tiene usted familia numerosa? , y mi padre contestó: ‘No!, tengo cuatro hijos únicos’. Cada uno de nosotros era importante por sí mismo a los ojos de mi padre. 4. Explicar a la persona que ha sufrido la pérdida lo que tiene que hacer. La persona en duelo sabe lo que necesita y ya lo hará, si le dejamos. 5. Desaparecer. 6.Delegar en otros la ayuda. Una cosa es sugerir que se implique más gente y otra que usted se escape. TODOS somos importantes. 7. Aislar a la persona de su familia. (…) ‘No te invitamos a la fiesta porque pensamos que no ibas a venir’. El doliente ya nos informará sobre si quiere venir o no. Lo mejor es decirle ‘Vamos a hacer una fiesta y estáis invitados; nos gustaría mucho que asistierais, pero podemos entender que no os apetezca. La decisión es vuestra’. 8. Esperar que el doliente rehaga su vida cuando usted decida que ya ha pasado un tiempo prudencial. El tiempo en cada uno es diferente. 9. Aguardar que los padres en duelo den el primer paso. ‘Cuando me necesitéis me llamáis’ (…). Mejor dé el primer paso: llámeles y ofrézcase para algo concreto.” “Nos duele el dolor de los otros y por eso intentamos que no lo expresen, pero ocultándolo no vamos a hacer que esa persona tenga menos dolor.” (La cuna vacía. M.Ángels Claramunt, Mónica Álvarez, Rosa Jové, Emilio Santos) Espero que con esta extensa carta lleguéis a entender, aunque sea una diminuta parte de nuestro dolor, ya que no se puede explicar con palabras el dolor que se llega a sentir, cuando oyes pero no escuchas, cuando comes pero no sabe a nada, cuando vives, pero estás muerta. Cuando la vida te prohibe ver a tu hijo, NUNCA mas. Como han sido nuestros últimos meses? una pesadilla de la que NUNCA nos despertaremos. Intentamos aprender a vivir en esta nueva realidad, esta pesadilla. Hemos aprendido a que el dolor forma parte de cada día, a que llorar lo hacemos todos los días... Esta es nuestra realidad, nuestro día a día. Deseo de verdad que no lo lleguéis NUNCA a entender del todo, porque eso significará que habéis perdido un hijo, y es algo que NO se lo deseo a nadie. Dejo muchas cosas en el tintero pero creo que con 4 páginas os hacéis una idea de la milesima parte de lo que sentimos! A los que habéis estado aquí, GRACIAS, no existen más palabras que puedan explicar nuestro agradecimiento. Empezamos a ver la luz, muy poco, esto es así… Gracias a las que me ayudasteis a entender el camino, mis GRANDES amigas del foro. Gracias a M.Ángels y los autores, por vuestro libro, por tu confianza en mí. A los que NO estuvisteis, que pena… no os guardo rencor. Lo entiendo, sé que no fue fácil para vosotros. Espero que gracias a MI esfuerzo (desde mi pozo) podáis llegar a entendernos, dicen que más vale tarde que nunca. A los que NO quieran entenderlo, dicen que conocerás a tus verdaderos amigos en los malos momentos. Qué verdad TAN grande! Con cariño, Ana y Bart, papás de Alejandro Schampaert Alonso (Gracias a nuestro niño que nos ha enseñado tanto)


01 marzo, 2011

La teoría del vínculo y su importancia en el desarrollo infantil

La teoría del vínculo o Attachment (en inglés) fue propuesta por Bowlby y Ainsworth en la década de los 50. En 1954, Bowlby, a partir de sus investigaciones, recomienda en su informe para la OMS que... “Es esencial para la salud mental que el bebé y el niño pequeño tengan una relación íntima, cálida y continua con su madre en la que los dos encuentren alegría y satisfacción”(1). . Esta relación íntima,... “propicia la humanización del niño”. (2)

Mucho ha llovido desde entonces, pero no sé si por efecto de la incorporación masiva de la mujer al trabajo, o porque nos hemos ido olvidando de las cosas que nos resultaban “inconvenientes” a la familia de hoy en día, nadie apenas habla de ello, ni siquiera en los colegios, facultades de educación o psicología es mencionado con la importancia que merece. De hecho, yo ahora recuerdo que durante la carrera de psicología, a Bowlby solo lo nombró una profesora en 2º de carrera (corría el año 1993) en una asignatura, y desde entonces, nunca más se supo. Entonces, para mí pasó sin pena ni gloria, siendo hace unos dos años que vuelve de nuevo a mí por inminente cambio vital, voy a ser madre.. Ahora me pregunto, ¿por qué? Esto me hizo buscar, leer, investigar...recogiendo lo que os muestro a continuación.

A las teorías de Bowlby y Ainsworth se han venido sumando los resultados de varias investigaciones, y todas llegan a demostrar hasta qué punto el ambiente, junto a los cuidados recibidos en la primera infancia, marca el desarrollo del niño, afectando a sus logros posteriores, así como a sus oportunidades futuras. Por todo esto, se sabe hoy que la calidad de los vínculos que establezca el niño con las personas que suministran sus cuidados, ya sean padres, otros miembros de la familia o comunidad, o cuidadores profesionales, son de vital importancia.

Las relaciones de apego son los vínculos afectivos que los niños establecen con sus padres, y otros cuidadores clave. Dichas relaciones, como ya hemos dicho, son cruciales para el bienestar del niño y para su desarrollo emocional y social.

La teoría de Bowlby fue la primera en proponer una clara explicación del porqué de la vital importancia de estas relaciones para el desarrollo posterior del niño.

La teoría establece que un vínculo afectivo es el ... “ que une una persona a otra específica, claramente diferenciada y preferida, vivida como más fuerte o protectora, y que las mantiene unidas a lo largo del tiempo” (3).

Cuando el adulto proporciona respuestas apropiadas, uniformes y sensibles, el niño/a a su vez aprende a responder al adulto, y de esta manera se establece un “diálogo” entre los dos. Con esta relación segura, los niños/as son libres para expandir activamente sus energías en la exploración y dominio de su mundo. El vínculo se demuestra en el niño/a porque tiene preferencia por una persona (quien lo cuida) y se altera cuando esta persona no está presente.

Inicialmente, los autores de la teoría propusieron que el vínculo se instauraba inmediatamente después del nacimiento, pero estudios posteriores evidenciaron que esta interrelación empieza desde mucho antes.

Los investigadores describen las relaciones de apego y las clasifican en “SEGURAS”, “INSEGURAS” o “DESORDENADAS”.

SEGURAS: Son niños que utilizan a sus padres, o persona con la que han establecido una relación positiva de apego, como base segura desde la que explorar el entorno. Si ocurre que entren en ambientes desconocidos o encuentros con extraños, estos niños detienen sus exploraciones y regresan a sus padres, al menos por un tiempo. Si los padres por algún motivo no están, llorarán y los buscarán, y tras su regreso se sentirán seguros restableciendo la interacción con los padres, o buscando mimos.

INSEGURAS: Niños que no demuestran una inclinación o capacidad de utilizar a sus padres como base segura de exploración del ambiente y que se sienten afligidos por una separación de sus padres, pero a su regreso se muestran ambivalentes, buscando su contacto, pero mostrando también ira hacia ellos.

DESORDENADAS: Estos niños muestran modelos de conducta contradictorios, ejecutan movimientos incompletos y parecen mostrar aprensión o confusión al regreso de sus padres.

Por lo tanto, un niño con un apego seguro, tendrá a sus padres como fuente segura y base de exploración, mientras que los inseguros y desordenados no tienen unas expectativas constantes en cuanto a la capacidad de las figuras con las cuales han establecido relación de ayudarlos a resolver los conflictos emocionales.

En la mayoría de los niños, los padres son las figuras de apego principales, aunque luego se establezcan jerarquías dentro de estas figuras. Así, será normalmente la madre quien ocupe una posición más alta. Estas preferencias son muy claras cuando los niños son más bebes, ya que eligen a su madre cuando tienen sueño, hambre, o están enfermos, y suelen acudir a ellas como figura preferente.

La importancia de las relaciones de apego con otras personas del círculo del niño no fue tenida en cuenta al principio, ya que los investigadores eran en su mayoría europeos o norteamericanos, y conocían y estudiaban esas sociedades (estilo de vida organizado y en núcleos urbanos aislados). Esta situación difiere muchísimo de los estilos de vida puestos en práctica por la humanidad, tanto desde el punto de vista histórico como transcultural(4). Incluso en el “ambiente de idoneidad evolutiva” mencionado por Bowlby, los niños y madres están circundados e inmersos en grupos sociales complejos, compuestos principalmente por parientes, que desempeñan un papel decisivo en el cuidado, la protección, la socialización, la enseñanza y alimentación de niños y jóvenes (5).

Van Ijzendoorn y otros (6), comentan: “...Desde un punto de vista evolutivo, los descendientes de la especie humana están preparados para formar parte de una red de relaciones de apego de la cual obtienen protección y seguridad. Puede suceder que las madres humanas sean seleccionadas evolutivamente para compartir la carga de cuidar a sus hijos con cuidadores alternativos vinculados biológicamente como el padre, los hermanos mayores o los abuelos.

...La propensión innata a establecer vínculos es universal. El aporte del ambiente es específico de cada cultura y determina las diferencias del individuo y del grupo en cuanto al modo particular de adquirir apego, incluso hasta el punto de que, en circunstancias inusuales de la vida (por ejemplo guarderías de baja calidad, o se presenta un imprevisto y los niños tienen que pasar una noche lejos de sus padres), pueden interrumpirse las pautas normativas de transmisión en las relaciones de padres a hijos.”

Esto nos demuestra que el apego, siendo algo universal, depende también del ambiente, de cada cultura y se va adaptando a los cambios de las sociedades como algo natural.

Tan importante es el apego en el ámbito familiar, como el suministrado por otras personas.

Son muchos los niños que desde su más tierna infancia, reciben los cuidados de otras personas diferentes a sus padres durante muchas horas y muchos días a la semana antes de ir a la escuela. Las investigaciones de largo alcance en torno a las consecuencias de dicho tipo de crianza en el desarrollo del niño se refieren a dos hechos importantes: cuando la calidad del cuidado no parental es alta, el desarrollo cognitivo de los niños se acelera; cuando es baja sucede lo contrario. Pero ojo, que cuidado de calidad no es equivalente a cuidado profesional, cuidado de alta calidad es un cuidado atento, sensible, cariñoso y estimulante.

Por lo tanto es difícil que cuidadores/as poco motivados, con un sueldo insuficiente y con demasiados niños a atender, suministren un cuidado de alta calidad.

La cantidad de cuidados, sobre todo en los grupos es importante. Los niños que durante mucho tiempo (y esto es más de 30 horas a la semana) reciben cuidado en grupos antes de ir a la escuela tienen mayores probabilidades de volverse agresivos y desobedientes.

Un cuidador/a sensible y capaz de reaccionar oportunamente es aquel que ve el mundo desde la perspectiva del niño y procura satisfacer sus necesidades antes que las suyas propias. (7)

También Mary Ainsworth (8) habló de las cualidades de un cuidador/a sensible: “capacidad de la madre para responder e interpretar exactamente las señales y comunicaciones implícitas en el comportamiento de su hijo y, una vez adquirida dicha comprensión, brindar una respuesta pronta y apropiada”. Otros autores añaden a este concepto de sensibilidad el concepto de “estar con la mente en la mente”, es decir tener la capacidad de pensar en lo que el niño piensa y siente (9) como factor importante del cuidador/a.

Si bien Bowlby como hemos dicho creía que la relación o el establecimiento de un vínculo seguro y sano, es condición para un correcto desarrollo del niño, no opinaba que tuviera que ser obligatoriamente con una sola persona (monotropía) la única o mejor manera, llegando a la conclusión de que el cuidado continuo suministrado por los padres biológicos no es algo sacrosanto, sino que puede ser igualmente satisfactorio si es suministrado por otras personas de forma estable y segura. De hecho, él sostenía que el tener un abanico amplio de relaciones de apego con diferentes personas, prepararía mejor al niño para establecer en el futuro amplias relaciones sociales.

Queda mucho por hacer, pero al menos, si sabemos cuán importante es para nuestros hijos, quién, cómo, y durante cuánto tiempo cuidan a nuestros hijos, estaremos contribuyendo a un futuro mejor para ellos y para el mundo.

Diana Sánchez

Psicoterapeuta, Psicóloga Social Col. M-17416

(1) Garelli, Juan Carlos y Montouri, Eliana. “Separaciones Tempranas”. En: Archivos

Argentinos de Pediatría: vol. 96, No.- 2, p. 122-5, abr, 1998.

(2)- Op. Cit 6, p. 353 González, René. “Desarrollo Psicosocial; perspectives vigentes”. En: Cusminsky, Marcos; Moreno, Elsa y Suárez, Elbio. Crecimiento y desarrollo. Hechos y Tendencias. Publicación científica No.- 510. Washington D.C.: Organización Mundial de la Salud. Organización Panamericana de la Salud, 1988. p. 351.

(3) Op. Cit 81 Garelli, Juan Carlos y Montouri, Eliana. “Separaciones Tempranas”. En: Archivos Argentinos de Pediatría: vol. 96, No.- 2, p. 122-5, abr, 1998.

(4) Parke, R., Dennis, J., Morris, K.L., Killian, C., McDowell, J.D., Wild, M. “Fathering and children´s peer relationships” en Lamb, M.E. The role of the father in child development. Edición, New York, 2004.

(5) Hrdy, S.E. “Mothers and others” , Natural history. Vol. 101. Págs. 50-64. 2001.

(6) Van Ijzendoorn and cols.2007. “Attachment across diverse sociocultural contexts: the limits of universality” en Rubin, K.(ed) Parent beliefs, parenting and child development in cross cultural perspective. Londres, Psychology press.

(7) Belsky, J. (1999). Modern evolutionary theory and patterns of attachment” en Cassidy, J. Y Shaver, P.R. (Eds), Handbook of attachment: Theory, research and clinical applications. New York, Guilford.

(8) Ainsworth, M. D,s, (1969) Maternal sensitive scales. Baltimore, Maryland, John Hospkins University.

(9) Meins, E., Fernihough, C., Fradley, E., Tuckey, M.(2001) “Rethinking maternal sensitivity: mother´s comments on infants´ mental processes predict security of attachment at 12 months”, Journal of child Psychology and Psychiatry, vol, 42, pags. 637-48.