07 marzo, 2011

Carta a familiares y amigos

A quien QUIERA entender: Sé que estos meses he estado ausente, desde que nuestro niño Alejandro se fue. Sé que para vosotros también han sido meses difíciles porque no sabíais qué hacer, qué decir… Nadie, que no haya vivido la pérdida de un hijo sabe o puede imaginarse lo que es… en el intento, comenten el error de comparar el amor hacia ese hijo con la edad o el tiempo vivido con éste. No saben que no es así. Ser padres de un hijo comienza desde su concepción, desde el momento que sabes que llega un nuevo ser a tu vida, al que tú darás la vida, y piensas, como es ley de vida, que para toda tu vida será… y así es, un hijo es para toda la vida. Y así es, independientemente del tiempo que esté entre nosotros. “La mujer se siente madre desde el momento en que se siente embarazada, afirma Cristina Silvente (psicóloga especialista en temas de embarazo)hablando del vínculo. Los estudios más recientes sobre la cuestión vienen a dar explicación científica a algo que ya notaron o intuyeron muchas mujeres embarazadas.(…) Parece ser que estas células fetales pueden permanecer en el cuerpo de la madre hasta más de 20 años después del embarazo. Las criaturas que viven en nuestro interior dejan huella. Las madres de los bebés no nacidos lo sabían, pero ahora lo explica la ciencia.” (La cuna vacía. M.Ángels Claramunt, Mónica Álvarez, Rosa Jové, Emilio Santos)


Si me hubiesen dado a elegir, hubiera “preferido” que ocurriera más tarde, mucho más tarde… y tener la oportunidad de conocer su voz, sus gustos, su carácter… pero no, no llegaré a ‘conocer’ a mi hijo, y esto, a un padre, le duele MAS que nada. El vacío en tus brazos es TAN grande que preferirías la muerte. Y llegas a desearla porque es la única manera de ver y abrazar a tu hijo. Nadie puede quitar o juzgar este derecho a una madre. “En el proceso de duelo la persona lo asimila a través de revivir los recuerdos. El recuerdo de un embarazo no es lo mismo, la persona tiene que guardar luto de alguien que apenas a conocido. Y esto, dificulta asimilarlo. “ (Ayudar en la pérdida y pena. Manu Keirse) “El proceso de asimilar la pérdida de un hijo es, sobre todo, difícil porque tienes que despedirte de tus expectativas, tus ilusiones y planes (tu futuro). Para nuestro alrededor apenas existió este niño. De aquí que la pérdida de un bebé en el vientre materno raras veces sea considerada como una pérdida. Pero para los padres, se trataba de algo sólido, algo que EXISTIÓ. (…) Los padres se sienten por esta incomprensión especialmente SOLOS. Junto a la pena y shock por la pérdida, tienen que sentir el silencio, la evitación y la huida de la gente de su alrededor. Reciben la sensación que pueden estar muy poco tiempo tristes. El acontecimiento es silenciado como una tumba o tratado ligeramente, se oye con frecuencia la reacción ‘eres joven, tendrás más hijos’. Pero este hijo es para los padres único. “ (‘Si pierdes un embarazo’ Bernard Spitz, Manu Keirse & Annemie Vandermeulen) “La pena es como la huella dactilar: reconocible para todo el mundo y sin embargo, no hay dos huellas iguales. Esto es lo que vive un padre cuando su hijo muere, diferente a cuando un hombre se convierte en viudo. (…) El duelo toca todas las dimensiones y niveles de la vida de alguien, es más que tristeza y depresión. Es una escala de sentimientos, desde angustia y agresividad hasta culpabilidad, confusión… Pero no solo sentimientos, también llega a cada apartado de la vida: situación laboral, relaciones con otros e incluso la imagen de uno mismo. Pero la dificultad no es solo las emociones, sino que lo inhabitual es la INTENSIDAD de estas. (…) (“Huella dactilar de la pena” Manu Keirse)


Cuando Alejandro falleció yo me sentí como si cayese en un pozo muy profundo, y en la caída mi alma se partió, no sientes nada, solo DOLOR. No puedes ver, todo es oscuridad. Es vivir un terremoto. Es peor que la muerte. “UN TERREMOTO EMOCIONAL: Quedas sepultado debajo de los trozos rotos, te sientes apartado del mundo, todo hace daño, y cuesta un gran trabajo sacar un poco la cabeza de los escombros. Gradualmente tienes que levantarte del caos. Te miras al espejo y no te reconoces mas. (…) Es normal sentirse aturdido, como anestesiado y no poder darse cuenta de la realidad. A veces puedes tener miedo de no salir hacia afuera nunca más. Todos los sentimientos son normales, también el sentimiento de no sentir más. La persona NO ELIGE estos sentimientos en el proceso de duelo. Aparecen sin más. Asimilar el luto y la pena significa: asimilar los sentimientos como una parte del proceso de subir hacia arriba. Y esto lleva tiempo.” (“Huella dactilar de la pena” Manu Keirse) Mientras estoy en mi pozo, sé que para vosotros, mi familia y amigos no ha sido fácil. “Cuando mi hijo falleció, muchos de mis amigos no me entendían. Era como si esperaran que ya estuviera bien una semana después del funeral. Después de un tiempo comprendí que necesitaban que yo estuviera ‘bien’ porque no sabían relacionarse conmigo si no lo estaba.” (La cuna vacía. M.Ángels Claramunt, Mónica Álvarez, Rosa Jové, Emilio Santos) Considero que hay dos grupos entre la gente que me ha rodeado los últimos meses: los que se han acercado al pozo y han preguntado ‘Cómo estás?’ y después se han ido, a veces han vuelto y han preguntado otra vez ‘cómo estás?, otros no volvieron. Y los que se han acercado y han preguntado qué puedo hacer por ti? No sé, dímelo tú, qué necesitas? (nunca olvidaré esa llamada. Nunca olvidaré cuando cogí en brazos a tu niña, a esa que diste mi nombre. Pude sentir por un instante lo que es tener un bebé vivo en mis brazos, un bebé que te mira. Esa ternura… Lo traduciré al neerlandés por si no lo entiendes todo . O los que han buscado información sobre la pérdida de un hijo para entenderme mejor (ese libro que buscaste entre tus cosas del embarazo, que maravilla! Gracias!). O aquellos que nos han escuchado incansablemente, han navegado por internet o incluso participado en un foro con tal de llegar mejor a nosotros (gracias, sois increíbles!). Aquellos que han llamado a nuestra puerta, y no solo lo han dicho, sino lo han hecho. Aquellos que cuando no era capaz ni de hacer un café me dieron de comer cada domingo en su casa ( lo traduciré al neerlandés porque no me vas a entender . Reflexionar y decidid en qué grupo estáis…



“Mucha gente no sabe qué es el duelo. Después de algunos días de la pérdida no vuelve nadie de alrededor. La gente piensa que el suceso ha pasado y olvidado. Pero para los padres la pena es para SIEMPRE. (…)” “Consolar no es conocer la respuesta. Tampoco dar todo tipo de consejos bien intencionados que pueden agotar a los padres. Mucho menos, desplazar la rabia y recetar cómo se tienen que sentir. (Después de X tiempo = X sentimientos) Consolar es escuchar con atención de tal manera que la pena en palabras y lágrimas puedan salir hacia fuera. Consolar es saber callar y con una mirada, una caricia hacer sentir señales de esperanza, seguridad y confianza. Es compartir la pena más que quitarla.(La pena nada la quita) Consolar es ATREVERSE a sentir la pena. Consolar es ayudar a los padres a vivir con las preguntas de las que no hay respuestas. Consolar es más bien escuchar cómo se siente, en lugar de decir a los padres cómo tienen que sentirse, ayudar a DAR la oportunidad a los padres para expresarse. “ (“Si pierdes un embarazo” Bernard Spitz, Manu Keirse & Annemie Vandermeulen) “Cosas que deberíamos evitar: 1.Intentar que no exprese su dolor o acallarle con frases ‘no llores más, tienes que ser fuerte, tendrás otros hijos…’ 2.Decir que sabes lo que siente: aunque haya pasado por lo mismo, no puede saberlo. 3. Minimalizar su dolor: ‘tranquila el tiempo lo cura todo, aún no estaba formado… Cada hijo es único aunque tengas una docena, estén formados o no, y el amor y dolor por ellos no se puede medir por eso. A mi padre, una vez que estábamos todos los hermanos juntos, le preguntaron Tiene usted familia numerosa? , y mi padre contestó: ‘No!, tengo cuatro hijos únicos’. Cada uno de nosotros era importante por sí mismo a los ojos de mi padre. 4. Explicar a la persona que ha sufrido la pérdida lo que tiene que hacer. La persona en duelo sabe lo que necesita y ya lo hará, si le dejamos. 5. Desaparecer. 6.Delegar en otros la ayuda. Una cosa es sugerir que se implique más gente y otra que usted se escape. TODOS somos importantes. 7. Aislar a la persona de su familia. (…) ‘No te invitamos a la fiesta porque pensamos que no ibas a venir’. El doliente ya nos informará sobre si quiere venir o no. Lo mejor es decirle ‘Vamos a hacer una fiesta y estáis invitados; nos gustaría mucho que asistierais, pero podemos entender que no os apetezca. La decisión es vuestra’. 8. Esperar que el doliente rehaga su vida cuando usted decida que ya ha pasado un tiempo prudencial. El tiempo en cada uno es diferente. 9. Aguardar que los padres en duelo den el primer paso. ‘Cuando me necesitéis me llamáis’ (…). Mejor dé el primer paso: llámeles y ofrézcase para algo concreto.” “Nos duele el dolor de los otros y por eso intentamos que no lo expresen, pero ocultándolo no vamos a hacer que esa persona tenga menos dolor.” (La cuna vacía. M.Ángels Claramunt, Mónica Álvarez, Rosa Jové, Emilio Santos) Espero que con esta extensa carta lleguéis a entender, aunque sea una diminuta parte de nuestro dolor, ya que no se puede explicar con palabras el dolor que se llega a sentir, cuando oyes pero no escuchas, cuando comes pero no sabe a nada, cuando vives, pero estás muerta. Cuando la vida te prohibe ver a tu hijo, NUNCA mas. Como han sido nuestros últimos meses? una pesadilla de la que NUNCA nos despertaremos. Intentamos aprender a vivir en esta nueva realidad, esta pesadilla. Hemos aprendido a que el dolor forma parte de cada día, a que llorar lo hacemos todos los días... Esta es nuestra realidad, nuestro día a día. Deseo de verdad que no lo lleguéis NUNCA a entender del todo, porque eso significará que habéis perdido un hijo, y es algo que NO se lo deseo a nadie. Dejo muchas cosas en el tintero pero creo que con 4 páginas os hacéis una idea de la milesima parte de lo que sentimos! A los que habéis estado aquí, GRACIAS, no existen más palabras que puedan explicar nuestro agradecimiento. Empezamos a ver la luz, muy poco, esto es así… Gracias a las que me ayudasteis a entender el camino, mis GRANDES amigas del foro. Gracias a M.Ángels y los autores, por vuestro libro, por tu confianza en mí. A los que NO estuvisteis, que pena… no os guardo rencor. Lo entiendo, sé que no fue fácil para vosotros. Espero que gracias a MI esfuerzo (desde mi pozo) podáis llegar a entendernos, dicen que más vale tarde que nunca. A los que NO quieran entenderlo, dicen que conocerás a tus verdaderos amigos en los malos momentos. Qué verdad TAN grande! Con cariño, Ana y Bart, papás de Alejandro Schampaert Alonso (Gracias a nuestro niño que nos ha enseñado tanto)


3 comentarios:

  1. Es la segunda vez que la leo, la primera en el foro SUA. Me ha emocionado igual o más que la primera vez.
    Que bonita!!!
    Que razón en tantas cosas!!!
    Un beso fuerte!!
    Guada

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  2. ¡Que identificada que me siento, !! he llorado mucho a medida que la leia... un abrazo,
    Natalia

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  3. es consolador leer lo mismo que siento, es inhumano que una madre o un padre sobreviva a un hijo, es algo que no deberia pasar nunca, pero desgraciadamente pasa.. y como podre vivir con ello? tengo un dolor que cada dia me desgarra el alma. Di a luz a mi hijo muerto con 33 semanas, en mis brazos le tuve y senti un amor puro e inmenso pero despues me quedé vacia, muerta en vida, como podre volver a renacer?

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